Hoteles y casas muy singulares

Aquí os contamos cómo son y dónde están nuestros alojamientos preferidos. Todos ellos son especiales por diferentes razones, pero todos distintos, diferente ubicación y perfectos para diferentes clientes, grupos, familia o amigos.
Al reservar estos alojamientos a través de Ecoturismo Granada, tendrás un descuento. Decide cuál deseas reservar según tus circunstancias y la zona de tu actividad, mira su precio en su web o buscadores y sobre el mismo tendrás un descuento por ser cliente de Ecoturismo Granada. Solo es necesario un email diciendo dónde y cuándo queréis alojaros y os daremos el código descuento de forma personal.

Es un alojamiento rural en plena naturaleza. Rodeado de bosques de robles y encinas centenarios, cerca de las acequias que llevan agua por toda Sierra Nevada. Realmente es un lugar de ensueño y un remanso de paz. Sus dueños elaboran sidra y vinagre de manzana a partir de su propia producción de fruta, siguiendo la tradición familiar.  En la finca hay también otros frutales como cerezos, nogales y perales. Una estancia aquí es una manera distinta de ser recibido, de descubrir un cortijo tradicional con sus cultivos en las laderas de Sierra Nevada, de pasear por los senderos y las acequias. El cortijo no está lejos de los pueblos alpujarreños, como Cáñar y Soportújar, pero con la ventaja de estar en total calma y aislamiento. El lugar perfecto para familias y grupos pequeños de amigos, tanto para amantes del senderismo y las cumbres como para los que, simplemente, buscan paseos y relajación. Conexión con la Sulayr y la GR7.

El hotel de Mecina Fondales es uno de esos alojamientos que se identifica con el terreno sobre el que se alza.  A pesar de ser de reciente construcción, ha seguido las pautas de la arquitectura típica alpujarreña, en plano, con terrazas y techos de launa, la roca local, procurando que su impacto sobre el paisaje sea el menor posible, preservando uno de sus tesoros más valiosos, las increíbles vistas que lo rodean.

No sólo las habitaciones están orientadas al bienestar de sus clientes, también las zonas comunes recrean un espacio acogedor. Prueba de ello son el patio, la piscina y el jardín de dos hectáreas que circunda el hotel, lleno frutales que los clientes pueden recolectar (recomendamos las cerezas en junio, riquísimas…)

Pero si hay algo que cautive del hotel es su emplazamiento y las posibilidades que brinda al viajero para hacer actividades al aire libre y excursiones por la amplia red de senderos de La Alpujarra, que está atravesada por itinerarios de largo recorrido como el GR-7 y el GR-142.  Los caminos medievales que conectan pueblos y cruzan el valle son una maravilla lejos de los caminos más transitados.

En la cara norte de Sierra Nevada las laderas y los bosques contactan de forma súbita con el altiplano estepario y el paisaje de badlands.  Envuelto en este paisaje se encuentra el complejo Cuevas de Tío Tobas formado por 19 cuevas que son casas.  Efectivamente las cuevas son el hábitat más común en esta singular zona granadina. Estas casas son refugios naturales donde descansarás de forma excepcional, gracias al aislamiento térmico y acústico que proporcionan. Cada cueva es única en cuanto a su arquitectura y decoración, lo que le confiere un carácter propio. 

Quedarte en una cueva para dormir es un viaje al pasado, como revivir las tradiciones de nuestros ancestros. El ambiente perfecto para sentirse dentro de la madre tierra, recobrar el equilibrio con nosotros mismos y con nuestra familia. La situación te permite explorar tanto el Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada, como el Geoparque de Granada o descubrir la monumental ciudad de Guadix.

Este hotel familiar se encuentra en la cabecera del Valle del Poqueira, probablemente el más idílico de los que surcan la cara Sur de Sierra Nevada, conocida como La Alpujarra granadina. Desde su piscina la vista se pierde en el verdor del valle y en el infinito. Un hotel familiar lleno de flores donde la música de fondo la ponen el agua corre por las acequias tradicionales y el canto de los pájaros. Su gastronomía es excelente. Merece la pena deleitarse en el desayuno con bizcocho y mermeladas caseras, visitar su huerto y tomar una copa de vino en la terraza, cara a la bella imagen del paisaje alpujarreño. Un lugar especialmente recomendado para grupos que realizan senderismo o desean afrontar la subida a los grandes picos de Sierra Nevada, pero también para las familias o parejas que buscan un lugar agradable desde donde explorar la región.

Los buenos exploradores siempre buscan lugares menos transitados. Uno de esos pueblos con encanto que no suele estar en la lista del turista es Bayárcal. El pueblo está en el límite provincial entre Granada y Almería, en la zona alta Sierra Nevada con acceso al paso de montaña que te conecta con la cara norte (Puerto de la Ragua) y con acceso a la zona baja y a la costa. Paseos por la GR7 y Sulayr te adentran valle arriba y en el bosque. Los más aventureros podrán pasar un buen rato en el parque de aventuras que hay aquí con una tirolina de 650m de longitud.

Pues en este pueblecito encantador está la Casa de Glora, edificio centenario restaurado pero conservando las características constructivas de la Alpujarra. La casa es un alojamiento rural para 5 persona y lo mejor de ella es su terraza con vistas. Los dueños están muy comprometidos con la sostenibilidad del medio en el que se encuentran y ayudan a los huéspedes en todas sus necesidades.

El paraíso del escalador se llama Solana de Granada. Colaboramos con este alojamiento porque muchos de nuestros clientes y amigos son grandes aficionados a la escalada y porque sus dueños son de esas personas que aman lo que hacen y que, además, son expertos en el deporte de escalada. En este hostel de ambiente joven, deportista, no solo se “está” sino que uno se encuentra con escaladores de todo el mundo y practica comenzando en el propio jardín del hostel, con grandes paredes naturales de roca. El dueño te ofrece cursos, consejos y vías de escalada, con los mejores guías y monitores.

La Solana de Granada está en la parte alta de la localidad de Cogollos Vega, en el Parque Natural de Sierra de Huétor.

Es un alojamiento muy singular: su arquitectura representa a las casonas de recreo del siglo XIX pertenecientes a las familias nobles granadinas. Las marquesas locales y dueñas de gran parte de las tierras del entorno, fueron las propietarias. La Casa Grande de Zujaira se sitúa a menos de 20 minutos de Granada, en la vega agrícola mejor conservada, en la vega donde vivió y de la que escribió Federico García Lorca. Luis, su actual dueño, abordó su rehabilitación con máximo respeto a todos los elementos catalogados, pero hizo mucho más: generó ambientes únicos para la soledad y para compartir, para celebrar o incluso practicar deportes y yoga. La Casa Grande de Zujaira es el resultado de un compromiso ambiental profundo: cuenta con energía por biomasa, usa solo aparatos eficientes eléctricamente, sus instalaciones minimizan el uso del agua que también se dosifica en una jardinería basada en especies autóctonas, menos demandantes de agua. Se han plantado 200 árboles y arbustos en los casi 5000 m2 de propiedad. Cada habitación mantiene su ambiente, colores, decoración y obras de arte. Magnífico lugar para estar, descansar y explorar el diverso entorno de Granada ya que posee un buen acceso al Geoparque de Granada, el Parque Natural de la Sierra de Huétor, el Parque Nacional de Sierra Nevada o la Costa Tropical, todos espacios muy distintos y cercanos, algo único en España.

Si quieres explorar tanto la Alpujarra Granadina como la Almeriense quizás te convenga quedarte en el Cercado de Bérchules. Otro complejo gestionado por una familia con todo cariño y cuidado. En este caso, se trata de casitas edificadas según la arquitectura tradicional con dos dormitorios, baño, cocina, chimenea y pequeña terraza. Así que puedes cocinar y estar con tus seres más próximos. El complejo está en plena naturaleza pero a 15 minutos del pueblo de Bérchules, donde hay super y bares. Pero eso no es lo mejor… Para mi lo mejor es su gran piscina en una terraza de inmejorables vistas, la excelente comida a un precio genial y el spa. No hay nada como entrar en ese spa después de una caminata. Y por si fuera poco Salvador, el dueño, es un experto masajista. Pregúntale por sus servicios y tratamientos.